jueves, 30 de diciembre de 2010

ESCARLATA MODE… O EL RECICLAJE COMO MODUS VIVENDIS

Carrie Bradshaw, personaje de la serie “Sex and The City”, en un episodio dice “La basura de una mujer puede ser el tesoro de otra”. Esta frase lapidaria me parece más cierta que nunca, porque por experiencia propia y ajena, la única forma de “pescar” un hombre soltero es haciendo de recoge latas, es decir, esperando que otra lo bote a ver si a una le sirve. No es mi intención en ningún caso tratar a los hombres de basura, muy por el contrario, siendo una especie en extinción y por tanto un tesoro tan preciado, casi podría decirse que son un recurso no renovable y por eso hay que reciclarlo!
Hay reciclajes más complejos que otros, unos vienen de largos noviazgos asfixiados por el tedio y la rutina, pero que igual en ocasiones evocan con nostalgia porque como dice la gran Rocío Dúrcal “la costumbre es más fuerte que el amor” así que no les extrañe que en cualquier momento lance alguna perlilla sobre su ex, o peor aún que la otra cuando sepa que está con alguien quiera recuperar lo que nosotras recogimos del camión del aseo. Otros vienen con hijos y ex mujer (es) incluidos, estos son casos más difíciles y desde un principio hay que sincerarse con una misma y analizar si se está dispuesta a lidiar con los cumpleaños de los niños, las navidades que va a pasar con ellos, los fines de semana que saldrán de paseo, porque vamos a estar claros que sus hijos siempre estarán primero y si no es así ni piensen en reciclarlo, déjenlo en el pote de basura porque ahí es donde debe estar! En cuanto a las ex esposas, si tienen hijos con ellas asuman que su nueva adquisición las va a tener que ver toda la vida, así que no cometan la estupidez de pretender que deje de tratarlas, aunque algunas pueden ser bastante molestas otras son bastante coherentes.
En esta sociedad donde las relaciones de páreja son cada vez más complejas, la búsqueda de compañero bien puede ser como una visita al mercado de los corotos o una tienda vintage, suerte en su búsqueda y que lo que consigan no esté muy aporreado.

sábado, 30 de octubre de 2010

LA COPA ROTA


Una de las cosas que más me recuerda la adolescencia es el despecho. Cuántas borracheras compartidas con mis amigas, con Rocío Dúrcal y Los Panchos de fondo, mientras llorábamos por los amores perdidos o por los no correspondidos. Hoy me río de esos momentos, pero cuando los viví sentí un dolor desgarrador, literalmente se me rompió el corazón, recuerdo sentir un terrible dolor en el pecho y pensé que me iba a morir. Estaba segura que JAMÁS volvería a amar de esa manera y que había perdido al amor de mi vida y nunca podría ser feliz. Luego volvía a enamorarme y cuando llegaba el desamor se repetía aquel dolor insoportable en el medio del pecho que sólo se calmaba ingiriendo grandes cantidades de alcohol al ritmo de boleros y rancheras.

Pasaron los años y me di cuenta que nadie se moría de amor, entonces nunca más me despeché, supe que había madurado y que era capaz de aceptar los finales y atesorar lo vivido y seguir adelante. Aprendí que el dolor del desamor no es por haber perdido al otro sino porque es inaceptable que no me quiera a mí. En un arranque de petulancia podría decir que ¡quien no me quiera a mí tiene el gusto como el que come mocos! Pero hay gente a la que le gustan los mocos y hay que respetarlos.

Este post va dedicado a los amores pasados que me hicieron quien soy…Y a los que vendrán que me seguirán enseñando.

jueves, 7 de octubre de 2010

QUIERO UN NOVIO OLD FASHION


Ya se que parece un imposible, pero como dicen que hay que expresar lo que se desea “para que el universo” se haga cargo…Me atrevo a confesar que quiero un novio old fashion, de esos que llamaban por teléfono antes de que existieran los mensajes de texto, porque si algo ha acabado con el romanticismo es la tecnología…Las largas conversaciones telefónicas en las que se desarmaba el mundo y se volvía a armar fueron desplazadas por escuetos mensaje de texto o emoticones; y aquella práctica adolescente de llamar al amado sólo para escuchar su voz y colgar fue abolida por el “caller ID” o identificador de llamadas.

Yo quiero un novio old fashion que me deje notitas en el parabrisas del carro, que me regale flores sin ningún motivo, que me tome la mano cuando caminamos…Yo quiero un novio old fashion que cuando le pregunten quien soy no diga “una amiga” o “estamos saliendo”.

Quiero un novio old fashion que no me diga que “no quiere invadir mi espacio”…Cuando lo que yo que quiero es que lo expropie, si no se que hacer con tanto espacio baldío…

Me pasé de cursi con este post…Pero es que yo también soy old fashion.

lunes, 13 de septiembre de 2010

SI YO FUERA TÚ ME HARÍA “DELETE”


Este post le va a encantar a mis amigos hombres, porque sí…Tienen razón, las mujeres deberíamos tener un regulador de intensidad. Un control al que se le pudiera bajar volúmen cuando queremos ir más rápido de lo que deberíamos en una relación, cuando no nos contenemos y enviamos más mensajes de lo permitido o cuando empezamos a hacer exigencias sin tener derecho a ello.

¡Aja! ¡En ocasiones nos pasamos de intensas! ¿Contentos con la confesión? Pero no me van a negar que esa “intensidad” -cuando no raya en lo psicopático claro está- les alimenta el ego, es nuestra manera de demostrarles que nos gustan, que nos parecen interesantes y disfrutamos de su compañía, y muy probablemente a ustedes les ocurra lo mismo pero asumo (a regañadientes debo decir) que tenemos revoluciones distintas, que ustedes son mucho más relajados y no se complican tanto como nosotras. La verdad no me los imagino ansiosos esperando una llamada, ni cambiando los planes que ya tenían pre-establecidos sólo por salir con nosotras.

Confieso que cuando me he topado con algún “intenso” he salido despavorida y en la agenda de mi teléfono he guardado su número como “NO CONTESTAR”, así que agradezco a los que me han tenido paciencia y han tolerado mis arranques de intensidad y no me han hecho “delete”, porque al final ha valido la pena.

sábado, 4 de septiembre de 2010

¡SI NO TE CORTAIS LAS VENAS NO ME SIRVE!


Creo que no hay nada más embriagador que saberse el objeto de deseo de alguien más. El conocimiento o incluso la presunción de que despertamos sensaciones y emociones placenteras en otro ser, otorga cierta sensación de poder.

No se si porque de niña vi muchas novelas, o porque me gustan Los Panchos y La Lupe; que no importa cuán trascendente sea una relación; sea de una noche o de toda la vida, necesito creer que en ese espacio de tiempo soy única e irrepetible. Mientras a muchas mujeres las seduce un camionetón a mi me seduce sentirme absolutamente deseada y admirada, quizás sea por mi condición de actriz que necesito que me alimenten el ego, pero nada apaga más mis ganas que una actitud de “me da igual si te veo o no”. Una mirada lasciva en el momento justo, un roce como quien quiere y no quiere, son básicos para desencadenar en mí ese desborde de endorfinas que llaman enamoramiento, o como diría Sabina “lo que yo quiero, corazón cobarde, es que mueras por mí” y completo yo…"Para poder morir por ti".

sábado, 10 de julio de 2010

LAS AMAZONAS


Unos días atrás una amiga me envío una de esas cadenas que nunca faltan en tu bandeja de entrada que hablaba de lo maravillosas que éramos las mujeres y de todo lo que podíamos hacer incluso mejor que los hombres. No se quien será el autor o seguramente autora. Se los transcribo a continuación, seguido del análisis que hice al respecto.

“Seńor, te damos gracias porque....Síí!!! Somos Perfectas porque: No nos quedamos calvas, Festejamos un día internacional y otro nacional, Nos podemos sentar de piernas cruzadas sin dolor, Podemos usar tanto color rosado como azul, Siempre sabemos que nuestro hijo es nuestro, Tenemos prioridad en los naufragios, Una huelga de sexo consigue cualquier cosa, No pagamos la cuenta, Somos los primeros rehenes en ser liberados, La edad no disminuye nuestro desempeńo sexual, Podemos excitarnos sin que nadie lo note, Podemos hacer el amor cuantas veces por día queramos, Si somos traicionadas somos víctimas, Si traicionamos ellos son los cornudos, Podemos dormir con una amiga sin ser llamadas lesbianas, Podemos prestar atención a varias cosas a la vez, Mujer de embajador, es Embajadora; Marido de la Embajadora,...żQué mierda es? Mujer de Presidente es la Primera Dama; Marido de la Presidenta, żQué mierda es? Si decidimos hacer trabajos de hombres, somos pioneras; Si un hombre decide hacer trabajos femeninos, es maricon. Y POR ULTIMO: aunque les duela Hacemos TOOOOODO lo que el hombre hace. Y CON TACONES ALTOS!!”


“Una huelga de sexo consigue cualquier cosa”
, en mi mundo eso se llama manipulación. Usar el sexo como herramienta para conseguir algo, sinceramente me parece “políticamente incorrecto”.

“No pagamos la cuenta”
, según el texto las mujeres somos capaces de hacer cualquier cosa; lo cual creo firmemente, yo soy prueba de ello…Inclusive pago mis cuentas. Gritar a los cuatro vientos que los hombres no sirven para nada pero sacarles provecho económicamente…no se a ustedes pero a mí me parece patético.

“La edad no disminuye nuestro desempeño sexual”
, lamento decir que en el climaterio nuestra líbido disminuye directamente proporcional a nuestros niveles de estrógeno…así que thanks God porque existe la terapia de reemplazo hormonal y la viagra femenina está en estudio.

“Si somos traicionadas somos víctimas, Si traicionamos ellos son los cornudos”
, la infidelidad es igualmente censurable independientemente del género. Y no se trata de que un miembro de la pareja sea víctíma y el otro victimario. Sino de establecer desde un principio de la relación reglas de convivencia que deben ser respetadas, oigase bien, por AMBOS miembros de la pareja.

Todo lo que sigue en relación a labores consideradas masculinas o femeninas es absolutamente sexista. Décadas atrás las mujeres lucharon por tener igualdad de derechos y creo que hoy – al menos en occidente – es así; aún en las culturas orientales las féminas deben batallar por abolir prácticas tan abominables como la ablación.

Pero creo que de este lado del mundo ya hemos demostrado lo suficiente que podemos hacer lo mismo que los hombres…“con tacones” como dice el texto, lo que quiere decir desde la feminidad. Porque somos diferentes no superiores. Rechazo el discurso de amazona que desprecia a los hombres y los considera inferiores, inclusive me parece lésbico ese ensalzamiento excesivo de la mujer.

Si, es cierto, puedo hacer cualquier cosa que me proponga. Pero me quito el disfraz de mujer maravilla y acepto que sí necesito a un hombre en mi vida, no para que me mantenga o me “represente”, sino para que me ame. Y la que esté libre de pecado que lance la primera piedra!

sábado, 26 de junio de 2010

MATERNIDAD=¿FEMINEIDAD?

Nunca fui una mujer maternal, los niños no me inspiraban ninguna ternura y creo que no hay nada que me crispe más los nervios que el llanto de un infante. La maternidad no era una prioridad para mi, siempre pensé que si no tenía hijos igual me sentiría satisfecha con mi vida.

A pesar de lo anterior debo decir que mi embarazo fue uno de los momentos más felices de mi existencia y que el hecho de ser madre cambió mi perspectiva del mundo radicalmente – y afortunadamente- para bien. Camila (así se llama mi hija) me ha hecho una mejor persona y me ha mostrado un lado de mi que nunca imaginé que tendría, me ha hecho tolerante, compasiva, y hasta soy capaz de jugar con niños y reirme, ¡el llanto si me sigue poniendo los pelos de punta! Sí, reconozco que la maternidad ha sido un gran aprendizaje y una experiencia afortunada (aunque difícil) pero no soy de esas mujeres que se sienten superiores a las otras por el sólo hecho de ser madres, ni tampoco pienso que haya que darle “una medallita” ni a mi, ni a las muchas excelentes madres que conozco por “elegir” la maternidad y ejercerla con amor. Porque para mí ser madre es una elección, no una obligación.

No se es más mujer por decidir tener hijos, ni se es menos femenina por elegir no tenerlos. Lástima que muchas veces ésta también sea una de las “barajitas” de las que hablé en otro post, y se convierta en algo que hay que hacer “porque si”, “porque es la esencia de ser mujer”, o la que me parece la peor de las razones que he escuchado de por qué “se debe” tener hijos: para que se hagan cargo de ti en la vejez, que idea más egoista, ¡condenar a un ser a hacerse cargo de uno aún antes de nacer!

Creo que el instinto maternal que se asocia a la feminidad no tiene que expresarse necesariamente a través de la gestación, ¿o acaso las religiosas son menos mujeres por no concebir?, ¿o lo son las que no pueden tenerlos?, ¿o las que no quieren?

Ser madre es desprendimiento, es dejar el egoismo, es querer el bien del otro. Y ese rol podemos ejercerlo desde diversos ámbitos.

viernes, 16 de abril de 2010

EL ÁLBUM DE BARAJITAS


De niña me encantaban los álbumes, recuerdo el de Amor es…, Sarah Kay, Barbie… Creo que para muchas personas (mujeres especialmente) la vida es una especie de álbum que hay que llenar, necesitan completar todas las barajitas para sentirse satisfechas. Así tenemos la barajita del matrimonio; la que se casó y se divorció, a lo mejor se vuelve a casar porque le faltaba la barajita de casarse por la iglesia (la barajita de vestido de novia es una de las más ansiadas), y si no seguro le faltaba la de matrimonio feliz o la de maternidad.
No critico que cada quien tenga sueños que quiera cumplir, lo que no entiendo es cuando “llenar el álbum” se convierte en una obsesión, cuando se deja de disfrutar el momento presente por pensar en “esa barajita que nunca me sale” y peor todavía cuando para llenar el álbum se compran barajitas en el mercado negro o se roban de otros álbumes, todo para estar dentro de los cánones establecidos, ¿establecidos por quién digo yo? ¿Acaso no es cada individuo quien debería determinar lo que quiere para su vida? Lamentablemente muchas personas están más cerca del reino vegetal, nacen, crecen, dan frutos y se mueren, así sin más, sin cuestionarse por un momento si eso es lo que realmente quieren o si por el contrario existirán otras cosas que me hagan más feliz aún cuando a la mayoría no les parezca.
Hasta cuando el estigma de “si no te casas te quedaste” ¿te quedaste en dónde me pregunto yo? O de que hay que tener hijos para que te cuiden en la vejez, ¡por favor los hijos no se tienen para eso! Contraten una enfermera en todo caso.
Propongo que “llenar el álbum” sea un placer, así como lo fue en mi niñez, destapar cada sobrecito con emoción y no decepcionarse porque no salió la barajita que me faltaba…siempre podré destapar otro sobre o quizás alguien la tendrá repetida y estará dispuesto a cambiarla.

sábado, 10 de abril de 2010

LA VOCECITA FRÍGIDA

No cabe duda que en los últimos 50 años las mujeres han alcanzado igualdad de derechos en muchos aspectos (por lo menos en el mundo occidental), hoy día hacemos cosas que nuestras madres y mucho menos abuelas jamás habrían soñado con hacer. Pero aún, vestigios de represión quedan dentro de nosotras mismas y las luchas interiores son las más difíciles de librar.
En lo concerniente a la expresión de nuestra sexualidad todavía a muchas nos cuesta aceptar que sexo y amor no van necesariamente de la mano, y nos inventamos mil excusas para no sentirnos culpables por disfrutar del sexo con alguien que no es nuestro “príncipe azul”. Una vez conversaba con una amiga y ella me contaba que había terminado con su novio y que se acostaba con él eventualmente, pero que se sentía mal al respecto porque no estaba interesada en él como pareja pero si disfrutaba del sexo con él, yo le respondo que si le gusta acostarse con él que lo siga haciendo, cual es el problema…
-Es que no me gusta que me busque sólo por sexo, además mientras lo siga viendo no me voy a permitir conocer a otro…es como si quisieras un carro nuevo pero tienes el viejo estacionado en el garaje.
-hermana… ¿tú sabes lo difícil que es conseguir un carro nuevo en este país? ¿Vas a salir del “carro” que tienes pa’ andar en carrito por puesto? Cuando tengas el carro nuevo en tu garaje vendes este…
Yo sé lo que te pasa…tu oyes una voz en tu cabeza que te dice “no te valooooraas” “ese hombre te está usaaaanndoo” “eres una putaaaa”
-siiii, ¡si la oigo! ¡Cómo hago para que se calle!
-¡mijaaa! ¡Mandá a mamar a esa vocecita frígida y seguí acostándote con quien te plazca!
Cierro la historia con una frase de Woody Allen que cae de perlas, “El amor es la respuesta, pero mientras aguardas por la respuesta el sexo plantea algunas buenas preguntas.”

martes, 23 de marzo de 2010

¿CUAIMA YO?... ¡JAMÁS!

Celosa
Una idiota
Aburrida
Insegura
Manipuladora
Aguafiestas

Seguramente con este artículo me ganaré el odio de muchas pero quiero expresar mi total repudio a esa clase de mujeres que se vanaglorian de ser unas “cuaimas”, ¿cómo pueden sentirse orgullosas de hacerle la vida miserable a otro ser humano? Y peor que eso, ellas mismas dejar de tener una vida plena y satisfactoria por dedicar tooooodas sus energías a perseguir y fiscalizar a un hombre. No, no, no, definitivamente las cuaimas sólo me inspiran lástima. Me imagino la cara roja de furia de alguna de ellas leyendo estas líneas y seguramente dirá para vengarse “pero tengo un hombre a mi lado y tú no”, y a ¿qué precio?, ¿acaso vale la pena estar con alguien en quien no confías y pasarse la vida espiándolo a ver qué mentira le agarras? No, gracias…
La cuaima está convencida de que “su hombre” es un objeto de su propiedad y por eso se siente con el derecho de invadir cada resquicio de su vida privada, ¡después se queja de que él sea infiel! ¿Y quién no? ¿Quién no va a querer escapar de semejante prisión? Y aquí llegamos al llegadero… mucho peor que una cuaima es el hombre que la soporta. Debe ser mucho más idiota que ella como para tolerar sus manipulaciones y muy inmaduro para necesitar que una “mamá” lo vigile y le diga que hacer. Bueno, allá ellos…
Lo que la pobre cuaima nunca conocerá es el exquisito placer de saber que un hombre está a su lado por la única razón de “porque le da la gana”, que aunque tiene la libertad -cómo me gusta esta palabra- de estar con quien quiera “eligió” estar contigo. Si alguna vez experimentas esto amiga cuamilla vas a dejar de preguntarle “¿papi tú me quieres?” porque ya conocerás la respuesta…

jueves, 18 de marzo de 2010

HOMBRES, HOMBRES, HOMBRES…


Para nadie es un secreto que el tema favorito de las reuniones femeninas son los hombres; contarnos nuestros ires y venires, venturas y desventuras con el sexo masculino es una especie de terapia grupal que nos sirve de desahogo y disfrute. Producto de las muchas conversaciones sostenidas al respecto me animé a escribir sobre el tema en una suerte de “Carrie Bradshaw” que intenta poner en perspectiva la dinámica de las relaciones actuales entre hombres y mujeres.
Y para empezar… la pregunta de las 50 mil lochas “¿dónde están los hombres?”, hay un viejo dicho que dice que los hombres son como los teléfonos públicos: la mitad están ocupados y la otra mitad no sirve… pero, ¿qué tan cierta es ésta aseveración?, bueno en el caso de los teléfonos hace rato largo que no veo un teléfono público en funcionamiento, creo que han sido sustituidos por los “pegaitos”…¿cuál es la alternativa con los hombres entonces? Porque a pesar de que los índices demográficos digan que supuestamente en Venezuela hay casi el mismo número de hombres y mujeres, la realidad nos muestra lo contrario. Basta darse una vueltica por cualquier sitio nocturno, café, restaurant, etc. Para ver sopotocientas mujeres de todos los tipos y para todos los gustos; en contraposición a un número mucho menor de hombres, los cuales o son gay o tienen aspecto de chofer de valle frío (sin ofender a los choferes de valle frío, pero estarán de acuerdo conmigo en que el atractivo físico no será una de sus virtudes) y los poquísimos que parezcan heterosexuales y medianamente atractivos…como diría una amiga mía “¡con su chayota al lao!”
Es cuando ese mujerero comienza a darle vueltas al tema en cuestión y a preguntarse qué hacen las que tienen pareja, de donde lo sacaron, porque la gente se sigue casando –vayan a apartar una fecha en cualquier iglesia de la ciudad a ver pa’ cuando se las van a dar- pero seamos sinceras con nosotras mismas… ¿es eso lo que en verdad queremos? ¿No será más bien que el problema no es que no hay hombres, sino que no hay hombres como nosotras los queremos? Y yo me pregunto entonces y me imagino que muchos hombres se preguntarán lo mismo (al menos los inteligentes) ¿Cómo es el hombre que queremos las mujeres que estamos solas, y más aún para qué lo queremos? No necesitamos que nos pague las cuentas (en otro artículo hablaré de “las chulas” especímenes que han dañado la reputación de todas las mujeres en general), no necesitamos que nos invite a salir, salimos solas cuando nos apetece, ni siquiera para que realice las tareas propiamente masculinas como cambiarnos un caucho o reparar algo en la casa porque para eso tenemos un ex marido o un hermano o un amigo que nos colabora…uhmmm ¡nos queda el sexo! Pero no creo que queramos a un hombre sólo para satisfacer nuestras necesidades básicas – ehhh, bueno en algunos casos si-
Lo que me gustaría descubrir y para ello pido sus valiosas opiniones es ¿qué buscamos en una relación? Y si es verdad que eso que buscamos es tan difícil de conseguir en los hombres que nos rodean porque si ese es el caso habrá que replantearse la búsqueda…o seguir como el reggaetón “Soltera…por ahora”